Rosario Canela y sus cúmplices participaron en una estafa de larga data operada desde un centro de llamadas en República Dominicana que tenía como objetivos a «abuelos» que residían en Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania y Massachusetts, según detalló el DOJ en un comunicado.
SE HACIA PASAR POR NIETO
La estafa comenzaba con los ‘abridores’ que llamaban a los ancianos haciéndose pasar por hijos, nietos u otros parientes cercanos, pidiendo ayuda económica para salir de un problema a raíz de un accidente automovilístico.
La estafa era hecha desde centros en República Dominicana que usaron tecnología para hacer parecer que las llamadas provenían de un número telefónico estadounidense.
Una vez que los ‘abridores’ lograban convencer a las víctimas, otros supuestos estafadores que trabajaban en los centros de llamadas, conocidos como ‘cerradores’, posiblemente se hicieron pasar por abogados defensores, agentes de Policía o personal judicial, y convencieron a las víctimas para que proporcionaran miles de dólares en efectivo para ayudar a sus seres queridos.
Los ‘cerradores’ normalmente convencían a las víctimas de entregar el dinero en efectivo a ‘mensajeros’ que enviaban a las casas. Estos últimos a menudo usaban nombres falsos y entregaban a las víctimas recibos falsos.
«MULA MONETARIA»
La fiscalía dijo que Rosario Canela sirvió como “money mule” (mula monetaria) en una estafa a los abuelos que victimizó a varias personas que vivían fuera de Connecticut, Estados Unidos.
“Por una tarifa, recogió paquetes de dinero que las víctimas habían enviado por correo a direcciones en Connecticut y en otros lugares, y ayudó a enviar el dinero a los coconspiradores en la República Dominicana”, explican los fiscales federales.
En noviembre de 2019, Rosario Canela fue acusado en la ciudad de Monroe (Connecticut) de falsificación en segundo grado, suplantación criminal, conspiración para cometer hurto de primer grado, intento criminal de hurto en primer grado y falsificación en segundo grado.
El 17 de noviembre de 2022, Rosario Canela se declaró culpable de conspiración para cometer fraude postal y electrónico.