Muchos de los que huyeron de Puerto Príncipe en marzo se dirigieron al sur, según la organización, y la gran mayoría informó de que se iba «a causa de la violencia y la inseguridad».
«Cabe destacar que (las demás) provincias no cuentan con infraestructuras suficientes y las comunidades que acogen no disponen de bastantes recursos para afrontar estos flujos masivos de desplazados procedentes de la capital», señala el comunicado.
Desde finales de febrero, las poderosas pandillas de Haití se han unido para atacar comisarías, prisiones, el aeropuerto y el puerto marítimo en un pulso contra el impopular primer ministro Ariel Henry.
Esa situación ha desencadenado una grave crisis humanitaria, con escasez de alimentos y un colapso casi total de las infraestructuras sanitarias en el país más pobre de América.
Sólo en los tres primeros meses de 2024, hasta el 22 de marzo, murieron 1,554 personas y 826 resultaron heridas por la violencia pandillera, según informó la ONU la semana pasada.
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