A los Empresarios de Montecristi
Desde hace unos meses, el ingeniero Cesarión Morel Grullón (Talon) ha manifestado su interés y la intención de crear una asociación de empresarios en Montecristi. Sin embargo, la falta de visión, formación académica y especialización de gran parte de nuestros empresarios ha dificultado que se comprenda la relevancia que tendría una organización de este tipo para la provincia.
Recientemente, el presidente Luis Abinader visitó Montecristi para juramentar una organización conformada por empresarios. No obstante, el acto de juramentación apenas duró unos segundos y no permitió un acercamiento con el presidente ni una muestra de respeto hacia los presentes, quienes habrían valorado la oportunidad de interactuar directamente con el mandatario.
Esta falta de reconocimiento hacia el empresariado local pone en evidencia la necesidad de analizar ejemplos exitosos en otros lugares. En la República Dominicana existen diversas organizaciones que representan a empresarios en distintos sectores y regiones, tales como:
Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP)
Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE)
Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD)
Asociación de Empresas de Zonas Francas de Santiago
En países más desarrollados, estas asociaciones no dependen de los gobiernos de turno; por el contrario, los gobiernos entienden su valor y se colocan al servicio de estas organizaciones. En muchos casos, estas asociaciones tienen un peso determinante en las decisiones políticas, logrando incluso influir en cambios de gobierno.
En Montecristi, aunque están llegando inversiones significativas, los principales actores locales permanecen al margen, sin ser tomados en cuenta ni recibir el respeto que merecen. Un claro ejemplo es la ausencia de acercamientos entre los empresarios de proyectos como Energía 2000 y el hotel Super 8 con el empresariado de la provincia, lo cual tiene sentido, ya que ni siquiera existe una estructura organizada para facilitar estas relaciones.
En conclusión, es urgente que los empresarios de Montecristi se unan y formen una organización que les permita tener mayor influencia y exigir soluciones a las problemáticas que los afectan. Además, sería una oportunidad para demostrar su compromiso social y empresarial con el desarrollo de su comunidad.
Ejemplos como el de los empresarios de Santiago evidencian los beneficios de esta unión: su liderazgo ha impulsado proyectos clave como el puerto de Manzanillo, que facilitará la importación y exportación de mercancías, y una planta de energía solar que beneficiará directamente a la región. Este nivel de organización y visión ha llevado incluso a que una santiaguera, Raquel Peña, ocupe la posición de Vicepresidenta de la República.
Es momento de que los empresarios de Montecristi superen la miopía que les impide ver más allá y valoren la invitación y propuesta del ingeniero Cesarión Morel Grullón (Talon). Solo con una visión unificada podrán contribuir de manera significativa al desarrollo de nuestra provincia.