Washington/Atlanta (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump, se midieron en un cara a cara con capacidad de cambiar el rumbo de las presidenciales.
Un debate en el que el republicano se mostró más agresivo y en el que al demócrata le costó hilar mensajes y apareció dubitativo y con problemas de voz.En un plató de la CNN en Atlanta, sin público, sin el apoyo de notas previas y de los asesores y sin posibilidad de réplica en caso de no tener asignado el turno de palabra, este encuentro expuso sin distracciones las fortalezas y debilidades de ambos candidatos en un debate sin interrupciones.